lunes, 26 de noviembre de 2012

Las sombras de España

Tras cuatro intensos años de espera, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado al Gobierno español a indemnizar a Martxelo Otamendi por la no investigación de torturas tras el cierre del periódico vasco Egunkaria.


            Tres días de pie, en un lugar lúgubre y poco iluminado, desnudo,sin poder dormir, acatando las órdenes de hacer ejercicio físico, con tocamientos genitales incluidos, incomunicado. ¿Irak? ¿Israel? ¿Guantánamo? No, España. Este es el relato de Martxelo Otamendi, antiguo director de Egunkaria cuando fue detenido junto a otras diez personas del rotativo vasco en febrero de 2003 por presunta colaboración con banda armada. Nueve años después, España ha sido condenada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo, por no investigar suficientemente la denuncia de torturas hechas por Otamendi.
            Del Olmo, entonces juez de la Audiencia Nacional con el Gobierno de José María Aznar, clausuró de manera cautelar el periódico Euskaldunon Egunkaria según informaron, porque “ETA intervino en la creación y designación de directivos del diario” y además ETA pudo “financiar al rotativo” a través de diferentes sociedades mercantiles. En uno de los pilares en los que se fundamentaba la sentencia fue en catalogar al diario vasco como una manera de “difundir el ideario terrorista” todo ello fundamentado en unos documentos incautados a la banda terrorista en los años 90.
            El objetivo inicial del juez Del Olmo y del fiscal Fungairiño era comprobar un supuesto blanqueo de dinero del rotativo vasco, para que después ese dinero llegara a la banda armada. Las cábalas del juez no obtuvieron ningún indicio de que la cosa fuera a llegar a buen puerto, por lo que su empecinamiento buscó otro punto de mira, en este caso decidió investigar si Egunkaria consistía en un medio de expresión y de apoyo para los terroristas, pero sus vaticinios acabaron en fracaso. Como dice la sentencia del Juez de la Audiencia Nacional en el año 2010 Gómez Bermúdez, no queda demostrado que el periódico Euskaldunon Egunkaria “haya defendido los postulados de la banda terrorista ni haya publicado un solo artículo a favor del terrorismo”.
            Otamendi, después de denunciar ante la Audiencia Nacional los presuntos malos tratos recibidos tanto a él como los cuatro detenidos fue contrariado por uno de los forenses que le atendió que desdijo muchas de las declaraciones que había hecho y relatando que le había visto “sin signos aparentes de agotamiento” y que las acusaciones sobre maltrato no tenían demasiada verosimilitud. Ángel Acebes, que era Ministro de Interior, decidió sumarse al vaivén de denuncias e interpuso una querella en contra del propio Otamendi porque según él, el hecho que los cinco procesados denunciasen torturas, ya implicaba que seguían el manual de ETA de denunciar torturas siempre que eran detenidos.
Martxelo Otamendi
            La denuncia de Otamendi fue archivada en 2004 y lo mismo sucedió con todos los recursos presentados. El director de Berria inició un trámite de recursos de amparo ante el Tribunal Constitucional que este, desoyó taxativamente. En la sentencia de 2010 en la que el juez Gómez Bermúdez absolvió a los cinco procesados, ya valoró que no hubo un control judicial suficiente y eficiente de las condiciones de la incomunicación. La última vía judicial que le quedaba al periodista era la de ir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y a la larga, en un proceso largo y farragoso que inició en el 2008, la justicia le ha dado la razón a Otamendi y ha aliviado todo el “calvario sufrido” por el tolosarra durante un proceso de 8 años. El TEHD ha decido condenar a España con un total de 24.000 euros, de los cuales -20.000 son por daños morales y 4.000 por las costas del procedimiento- por no investigar lo necesario la denuncia de torturas. Según el Tribunal, el Estado español vulneró el artículo 3 del Convenio Europeo de Derecho Humanos en la que resalta que la detención bajo el régimen de incomunicación, requiere de vigilancia apropiada para evitar abusos sobre la integridad de los detenidos.
            Iñaki Anasagasti, Senador del PNV por Bizkaia, califica la sentencia del TEDH como “ejemplar” y apunta que en el caso Egunkaria se cometió un abuso flagrante de poder por parte del Gobierno. El profesor gallego de la USC y colaborador en medios, Antón Losada se ha mostrado optimista con el fallo del TEDH y califica la sentencia sobre la condena a España como “justa”. “Se ven indicios claros de una pasividad importante por parte de la justicia española en el año 2003” apuntillo Losada.  Para Carlos Martínez Gorriarán, dirigente de UPyD, "el fallo de Europa demuestra que este tipo de denuncias siempre tienen que ser atendidas". Según Amnistía Internacional "en España ha habido y habrá torturas siempre, y a los diferentes Gobiernos no les ha interesado nunca investigarlas. Esperamos que el caso de Martxelo Otamendi muestre un precedente" 
           El TEDH no solo ha condenado a España por el caso de Martxelo Otamendi. Hay dos precedentes recientes donde el tribunal de Estrasburgo ha condenado al Estado español. El primero de los casos se trata de Mikel Iribarren, un joven pamplonés que entonces tenía 18 años y antiguo candidato de Herri Batasuna, que en 1991 tras acudir a una manifestación en la que hubo diversos altercados entre los manifestantes y la Policía Foral, recibió el impacto a de un bote de humo que hizo temer por su vida y que le ha causado graves secuelas que persisten hasta el día de hoy. Años después, el TEDH le da la razón por la gravedad de los hechos
acaecidos y le insta al Estado español a pagar una indemnización a Iribarren de 170.000. Un caso similar, lo sufrió una prostituta nigeriana que en el año 2005 denunció haber sido agredida e insultada por varios agentes de la Policia Nacional en Palma de Mallorca. Como en los casos de Iribarren y Otamendi, el TEDH obliga a España a indemnizar a la mujer nigeriana por no investigar los suficiente los hechos ocurridos.

            Aunque Otamendi se muestra satisfecho con la sentencia del TEHD, recuerda que " A España le vendría bien un rescate de Europa en materia de Derechos Humanos".